sábado, 17 de marzo de 2018

Dos parejas

Aguardo mi turno en una clínica cordobesa. Estoy solo en la sala de espera, que es espaciosa y luminosa, amenizándola con la lectura de un artículo de investigación publicado en una de las revistas a disposición de los pacientes (la oferta es variopinta, y aglutina portadas imposibles, desterradas de los estantes del kiosco del barrio). Afuera, el sol de la mañana es intenso, aunque me queda vetado, capado por el cortinaje del lugar. Los asientos son unos cómodos sillones, escogidos en tonos beis y castaños, que se reparten en un grácil juego de alternancia que contrasta con la limpidez de un espacio albo, contaminado, quizá, por el dudoso gusto vanguardista colgado en las paredes. De fondo, una música suave pretende excusar al valor del silencio, engañar a la tristeza de la soledad.

Siga volviendo mañana (y II)

Y como siempre llegan esos momentos en esta vida en los cuales hay que ser valiente, desafiar a la fortuna, enfrentarse cara a cara con la muerte, la desesperación, el horror, echarle un par de huevos u ovarios al asunto, encomendarse al dios o santo vacante, y tirar para adelante, opté, a fin de tramitar aquella solicitud del Certificado de Antecedentes Penales, a la que hacía referencia, fiel lector, en la primera parte de este amargo artículo, fracasada la corriente tradicional u ortodoxa, por la vía telemática.

sábado, 3 de marzo de 2018

No son abuelos

Artículo publicado en Lucenadigital.com:

No podría atestiguar si todos los días. Es difícil coincidir, el momento se reduce a un segundo arriba o abajo, un pequeño instante marca la probabilidad del encuentro...

Una historia de venganzas

Artículo publicado en Surdecordoba.com:

Cuando las circunstancias son las que son, y no las que algunos se empecinan en despacharnos con redobles de prosopopeya y malgasto de flores al aire; cuando se carece de un trabajo que repercuta directamente en el proporcionado incremento del volumen y peso de la faltriquera, no queda sino renunciar a aquello de lo prescindible, aunque, en realidad, sea imprescindible; no queda sino priorizar, prescindir de lo menos imprescindible...