Eh, tú, chaval. Sí, tú, no mires a los lados, es contigo. Escucha, tengo algo que decirte. Sí, a ti, deja de hacerte el remolón y acércate… Mira, chaval, eres feo. Sí, para qué vamos a irnos con circunloquios, medias tintas o ambigüedades. Estas cosas, cuanto más directamente se suelten, mejor, sin ambages ni delicadezas. Eres feo, así de simple. No, no, no te hagas el sorprendido. Creerás que no sé que te miras todos los días al espejo. Anda, chaval, mírate ahora en ese espejo, hazme el favor, que te lo voy a aclarar un poquito, venga, plántate ahí. Vamos, alza la vista, mírate. Lo ves, ¿no?, ése eres tú. Observa detenidamente eso que te azota la vista, porque es todo tuyo...
martes, 1 de noviembre de 2016
Feo
Artículo publicado hoy en Surdecordoba.com:
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario